TAMPA: Han pasado tres días desde que los feligreses que abandonaron un servicio de oración en la mezquita insignia de la Sociedad Islámica de Tampa Bay escucharon disparos en el estacionamiento oscuro. Un oficial fuera de servicio aprehendió rápidamente al tirador, que es miembro de la mezquita, el lunes temprano.
Pero no se ha publicado ninguna información nueva sobre la muerte de Rafat Saeed, de 36 años.
No se han hecho arrestos, ni se han anunciado. Tampoco ha sido liberada la identidad del hombre que los agentes dijeron que disparó a Saeed. La Oficina del Alguacil del Condado de Hillsborough se negó a comentar sobre el caso, u ofrecer actualizaciones cuando el Tampa Bay Times lo solicitó.
La agencia ni siquiera dirá si el presunto tirador ha reclamado defensa propia, si la posición de la Florida sobre su terreno ha complicado la investigación. Todo lo que un portavoz del alguacil diría el miércoles es que la investigación aún está en curso.
La falta de respuestas, de información, amenaza con destruir la congregación de la mezquita.
El portavoz de la mezquita, Ahmed Bedier, dijo que la comunidad islámica ha comenzado a fracturarse, circulando "conspiraciones y rumores" en las redes sociales que "tendrán repercusiones para familias enteras, para toda la comunidad".
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"Ahora tenemos algunas personas que dicen que no van a ir a las oraciones porque se sienten inseguras, pero ¿podemos culparlas?", Dijo Bedier. "Estoy molesto. No sé qué sucedió y no puedo pensar en nada que justifique un acto de violencia sin sentido como ese, pero pase lo que pase, eso hace que nuestra comunidad se vea muy mal y eso es una pena ".
El martes por la noche, Bedier hizo un apasionado llamado de 22 minutos a los reunidos en la mezquita para un servicio de Ramadán. Disipó los rumores de que el tirador, que es voluntario del grupo de seguridad de la mezquita, estaba trabajando para el liderazgo de la Sociedad Islámica de Tampa Bay en el momento del tiroteo.
Bedier también negó que la mezquita estuviera involucrada en cualquier tipo de "encubrimiento".
Esas acusaciones se cernieron sobre los servicios funerarios de Saeed el martes por la tarde, donde decenas de manifestantes permanecieron junto a su tumba sosteniendo carteles con mensajes como "Necesitamos justicia" y pidiendo a la Oficina del Alguacil que realice un arresto.
Esa angustia también se ha propagado a través de las redes sociales y los miembros de la congregación expresan sus preocupaciones en las páginas de Facebook y Twitter de la Sociedad Islámica.
"Todo el mundo en la propiedad de la masjid es responsabilidad de la masjid", escribió un póster que pasa por Omar Najm en la página de Facebook de la mezquita. "Tienen que ser responsables de contratar a la persona correcta en el lugar correcto, no de traer a alguien porque es pariente de alguien".
"Todos ustedes son un grupo de mentirosos patéticos", escribió un póster que habla de Rian Al-Jiburi. "Haremos todo legalmente en nuestro poder para que la víctima reciba justicia".
Bedier dijo que tanto Saeed como el hombre no identificado eran voluntarios activos allí, pero negaron las acusaciones hechas en las redes sociales de que el presunto tirador estaba trabajando para el liderazgo de la mezquita, o "masjid".
"El masjid no está encubriendo nada, e incluso si lo quisieran, no es posible porque cuando sucedió el tiroteo, había unos pies de ayudantes del alguacil fuera de servicio lejos del crimen", dijo Bedier, "y él fue la primera persona en la escena porque estaba tan cerca.
"En unos segundos, detuvo al agresor, lo esposó, separó a todos los testigos, los aisló y los mantuvieron por horas ... no se les permitió hablar con nadie de la mezquita ni siquiera entre ellos".
El presunto tirador está hablando con los oficiales, según la Oficina del Alguacil. Hubo pocos testigos del altercado que tuvo lugar antes del tiroteo, dijo Bedier y ninguno vio el incidente completo de principio a fin.
Los oficiales mantuvieron a los testigos en la mezquita, ubicada en 7326 E Sligh Ave., hasta aproximadamente las 3 a.m. El presunto tirador fue llevado inmediatamente a una patrulla del alguacil y llevado para interrogarlo. La mezquita también entregó todo su video de vigilancia a los investigadores, dijo Bedier.
El liderazgo de la mezquita y los oficiales del alguacil se enteraron de varias personas, dijo Bedier, que Saeed y el presunto tirador se conocían bien, pero habían estado en desacuerdo durante dos años, incluso entablando altercados físicos entre sí.
Los testigos dijeron que los dos hombres estaban en otra acalorada discusión antes del tiroteo, dijo Bedier, pero nadie sabía de qué se trataba. Eso no ha impedido que los rumores circulen en las redes sociales.
"Uno de los rumores fue que el hermano Rafat estaba tratando de venir a adorar y que el guardia de seguridad de la mezquita lo mató para evitar que adorara", dijo Bedier. Llamó a ese rumor: "Absolutamente falso".
Los investigadores le dijeron a los líderes de la mezquita que Saeed ni siquiera planeaba pasar esa noche. Estaba atravesando el estacionamiento para llegar a casa cuando se encontró con el supuesto tirador fuera de la propiedad de la mezquita, en E Sligh Avenue y Harney Road.
"Durante los primeros 30 minutos, incluso después de retirar el cuerpo, no sabíamos la identidad de la persona que recibió el disparo", dijo Bedier. "Supusimos que se trataba de un intruso que amenazaba la mezquita y algo sucedió. No sabíamos que este era otro musulmán ".
Saeed dejó atrás a una esposa y dos hijas, de 12 y 15 años. Se creó una página de GoFundMe para recaudar fondos para Saed, que trabajaba como conductor de camiones y personal de mantenimiento. Se obtuvieron $38,300 en el primer día.
"El mes de Ramadán es el mes de la verdad y ahora es el momento de la verdad", dijo Bedier a la congregación el martes por la noche. "Estamos instando a la calma, instamos a la paciencia y exhortamos a las personas a que permitan que las fuerzas de la ley hagan su trabajo, continúen su investigación para llegar a la verdad". Ellos tienen las herramientas y nosotros no. Ellos tienen el poder y nosotros no ".
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